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La fuga constante

Camila Sosa Villada protagoniza una historia atravesada por el deseo, la maternidad y las tensiones de una vida que oscila entre la libertad y el mandato de la normalidad. Tesis sobre una domesticación, de Javier Van de Couter, pone en cuestión los límites del amor, la familia y la pertenencia.

 

En un canal de streaming le preguntan a Camila Sosa Villada por qué había decidido hacer la película. Ella, en un vestido rojo fuego y con una sonrisa juguetona, contesta: “Por Poncho, porque me iba a dar unos besos con Poncho”. Está hablando de Alfonso Herrera, actor mexicano que tiene ese clásico porte de latin lover que en nuestros pagos llamamos galán. En la respuesta de Camila se encuentra la clave de la obra. Es una película en torno al deseo, una excusa para el goce, un motivo para poner un par de besos en pantalla.

Tesis sobre una domesticación es el último film de Javier Van de Couter, director argentino que lleva tres películas en su carrera, pero que quizá es más conocido por haber dirigido la serie sobre la vida de Cris Miró. Con esta última obra no quedan dudas de su ímpetu por elaborar temáticas relacionadas con la comunidad trans. Esta vez, vuelve a trabajar con Camila Sosa Villada, como lo hizo en Mia (2011), pero ahora para adaptar una novela de la escritora.

El filme trata sobre el deseo y la maternidad. Es la historia de una actriz, interpretada por la mismísima Sosa Villada, que se engancha con un hombre bisexual (Alfonso Herrera) con el que se termina casando. En el medio deciden formar una familia, adoptar un hijo y encarar una relación abierta sin muchos pudores. Lo que pasa a partir de estas premisas es una sucesión de conflictos interiores y largas escenas de sexo. Lo uno no excluye a lo otro. La protagonista utiliza su sexualidad para escapar al conflicto y de paso reafirmar su poder. Es a través del sexo que logra escaparse o, al menos, burlar sus compromisos. Hay una fuga constante hacia otro lado, hacia otros placeres. Un lugar donde no se es madre, ni trabajadora, ni hija. Una temporada en el deseo.

Existen además otros conflictos por fuera de la familia y la sexualidad que nos regalan otro enfoque, otro punto de vista a partir de ser revistados por una mujer trans. Una idea que tensiona la película es que la actriz ha traicionado sus orígenes. No es más la actriz rebelde e indomable que supo ser, ahora se convierte en una esposa aburguesada de familia tradicional que visita a los abuelos y se acopla a los estándares de la vida ordenada. La narración va y viene entre estos dos polos. Entre el espíritu salvaje de la protagonista y su resistencia a llevar una vida ejemplar. Tesis sobre una domesticación es el intento de domar a un animal salvaje que se niega a vivir en la jaula.

No hay moraleja en esta película. Tampoco tiene porqué haberla. El esfuerzo conjunto entre Javier Van de Couter y Camila Sosa Villada da como resultado una pieza cinematográfica audaz pero también problemática. Hay cosas del filme que recuerdan a Desearás al hombre de tu hermana (2017) donde las escenas de sexo eran nucleares y hacían andar al relato, pero hay también algo del cine de Sean Baker en todo lo que vemos. Una mezcla explosiva e interesante. Tesis sobre una domesticación es una película nacional que encara problemáticas actuales desde un enfoque crudo, opaco. Un síntoma de estos tiempos donde la glorificación del deseo va de la mano con una fuga constante hacia la nada, hacia un espacio vacío de obligaciones y compromisos.