¡Viva Dalí!

Quentin Dupieux y Salvador Dalí forman una dupla perfecta en Daaaaaali!, una comedia surrealista que caricaturiza al genio catalán con humor absurdo y el estilo ya característico del director.
Muchas veces sucede que la vida de un artista trasciende a su arte. Federico Manuel Peralta Ramos es el ejemplo argentino por excelencia, alguien del que se ha hablado más de sus andanzas que de sus obras. Federico Klemm es otro ejemplo. Todos conocemos sus videos ya convertidos en memes pero poco se sabe de sus pinturas, collages y otras instalaciones. Estamos hablando de porteños que han cultivado a lo largo de su vida un arte de la elegancia donde solo existir es tan importante como producir, donde la obra de arte es el artista mismo y no sus trabajos. El mayor exponente de este arquetipo de hombre es sin lugar a dudas Salvador Dalí, última inspiración y protagonista de la última película de Quentin Dupiex.
Daaaaaali! es un retrato cómico y ecléctico sobre el famoso pintor catalán. No es una biografía ni una obra basada en hechos reales. Es más bien una caricatura, una ficción hecha de rejuntes anecdóticos y absurdos. La trama es simple y efectiva: una ex farmacéutica devenida en periodista interpretada por Anaïs Demoustier busca hacer una película sobre Salvador Dalí. El problema es que las obsesiones y locuras del artista no le harán la tarea fácil.
Quentin Dupiex y Salvador Dalí son dos potencias que van de la mano. En ambos se resumen todo el absurdo, la locura de cierto mundo. Los dos tienen la habilidad de subvertir el orden de las cosas para darles nuevos sentidos. Tanto Yannick (2023) como Le deuxième acte (2024), por nombrar las últimas obras, son ejercicios de surrealismo. Estas películas utilizan la subversión de los valores y las imágenes del inconsciente para darle un sentido cómico a la realidad. El absurdo en la estética del director francés proviene de lo onírico, del recuerdo borroso de un chiste avejentado. La risa a veces llega tarde. Quizá por incomodidad o lentitud, pero llega.
¿Estamos frente a un homenaje a la puesta en abismo? Quizás. No es lo importante aunque no deja de ser menos significativo. Daaaaaali! de Quentin Duplex es más que nada una película graciosa, muy acertada en su especificidad. Con ciertos guiños a Buster Keaton y Monty Python, tiene su relevancia por la originalidad de su comedia. Mientras algunos directores se empeñan en repetir fórmulas aseguradas que apelan al sentido común del humor, por suerte tenemos a Duplex que da vuelta todo orden y juega con el sin sentido del mundo.